Necesitaba desesperadamente a alguien nuevo. Desligarme un poco del pasado. Sacarme los deja vues del organismo. Anoche me dolían tanto las piernas que me costaba caminar. Se inflamaron tanto que mi vieja no lo notó, porque parecían piernas normales (?) pero yo sí. Me veo las piernas tan seguido todos los días, (no solo en las clases, ni al ponerme un jean sino también al hacer un tendú casi involuntario en cualquier tiempo muerto del día), que hubiera notado cualquier cambio chico, pero ese era enorme. Me dijeron que haga reposo en serio, por unos cuantos días.
No soporto la idea de no bailar, no sé quién me va a aguantar esta semana (yo definitivamente no).
De golpe no poder responder el llamado de ellos era el menor de los problemas: Hoy recién es domingo, y ya tengo tal nivel de aburrimiento que llegó la hora de stalkear diarios públicos -blogs, twitter... facebook es tan igual...- odio que me hagas sonreír, todavía. Me odio cuando sonrío por vos, peor cuando todavía siento una punzadita en la boca del estómago y me vuelve a doler un poco. Estoy cansada del pasado.
Creo que fui un poco brusca con Hipsterboy, me dijo 'Podemos hablar después?' en el peor momento posible: Yo no quería hablar, ni pensar, quería sentir. Le dije que sí para que se fuera, pero más tarde cuando me siguió y me dijo 'Ni bola me diste hoy' lo traté bastante mal, 'No sos mi novio, no salgo con vos, sos mi amigo, te doy tanta bola como al resto de mis amigos'... le cambió la cara, le rompí el corazón otra vez. Un poco se lo merece, nadie lo manda a seguir siendo un tiro tan fácil todavía. Debería tener un poco de orgullo, algo de amor propio, es tan fácil escracharse por amor. Las ganas de arrastrarse y suplicar están siempre, a todos nos pasó alguna vez, lo importante es entender la sutil diferencia entre los poquísimos momentos en los que vale la pena hacerlo, de los muchos en los que no. Cuando tu ex sale de un cuarto bajo llave en el que sigue habiendo ropa tirada, con un chico mucho más lindo que vos y que apenas conocen: Ese momento definitivamente es un 'no'. Aunque hayas ido con ella al cine tres días atrás. Aunque hayas pagado vos. De hecho, esos son solo agravantes del 'no'.
Histeria nunca apareció. Nunca lo dejé de esperar. Me histeriqueaban dos chicos más lindos que él: El que es lindo pero se viste mal, (aún con su novia en la fiesta, pareciera que no nos superamos nunca), cada vez que lo veo me vuelve a sorprender lo hermoso que es, la belleza humana no debería estar repartida con tan poca equidad entre la gente. Y me sorprende también que sea tan fácil, tan, tan fácil de alcanzar. El otro, nuevo. Sabía como era yo antes de conocerme, a mí me costó recordar su cara habiéndolo conocido. Se parece a Jim Sturgess, y también tiene un talento nato que probablemente no merece: Le voy a decir Blackjack (me habla en el chat). Pero igual no lo dejé de esperar. Va más allá de la lógica, la forma en la que me imanta. No lo tolero. Me canso del pasado y de él no porque nunca pasó -no hay nostalgia peor, que añorar lo que nunca, jamás sucedió ♪-.
Y me rindo a lo nuevo por raro y tonto que sea, porque quiero que pase, y está por pasar.
Un semidios mal vestido se sienta a mi mesa, lo acompañan el desquicie de Alice, y la adrenalina de un juego de cartas en el que apostar es garantía de tirar plata y perder. En esa mesa, como en la de Hannibal, no existe lugar para la compasión (por los demás, digo, por Hipsterboy, por NNyet, por Mr. Fate).
No puede salir nada bueno de eso, seguro, excepto alguna que otra historia que contar a quién algún día cargue tal nivel de aburrimiento que se proponga stalkear mi blog.
Alice: And how do you know that you're mad?
The Cat: To begin with, a dog's not mad. You grant that?
Alice: I suppose so,
The Cat: Well, then, you see, a dog growls when it's angry, and wags its tail when it's pleased. Now I growl when I'm pleased, and wag my tail when I'm angry. Therefore I'm mad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario