martes, 20 de agosto de 2013

I waited for a thousand years for you to come and blow me out my mind! ♪

"Yo tuve una visión de vos, te das cuenta? Te conocía antes de conocerte... Me hablaban de vos y sabía quién eras, no podía definir tu cara, pero sabía que tu piel era blanca, y cómo nacía tu pelo..." me encanta oírlo delirar (sé que habla en serio). En dos semanas de conocerlo, o un poco más, me cocinó y yo a él, ordené su departamento, le regalé un dibujo, lo vi pintar, soñó conmigo. Más tarde esa noche vimos Edward Scissorhands, y mientras Ed le daba forma a las últimas esculturas de hielo, él se levantaba y se iba al baño, diciendo "No me gustan los finales!" lagrimeaba igual que yo. Admiramos los dos la capacidad de Tim de lograr generar en el público tanta empatía hacia algo tan improbable y ajeno. 
Le digo 'Yo no te conocía, pero te estaba buscando. ¿Querés que te lo pruebe?' y abro este blog, comentando 'Esta entrada es del 2 de Julio... te conocí el 2 de Agosto, exactamente un mes después...'  resalto con el cursor mi prueba irrefutable, y le aclaro '...cuando escribí esto estaba hablando sobre amor, buscaba a alguien para amar... al leer ignorá esas partes, ahora que te conozco no sé si me hace falta...' responde "Viste? No siempre hace falta amar." y empezamos a leer: 

"[...] Mi chico de película en serio debe existir en algún rincón de esta ciudad, dispuesto a aparecer en un momento clave, con una sonrisa demoledora y una excelente cara de patito, con actitud de chico malo y resuelto, inalcanzable al alcance de todas... Uno que se enamore terriblemente de mí sin dejar de ser él, que me deje amarlo sin tener que dejar de ser yo... y que, a pesar de lo mucho que se presta esa descripción, no sea gay (?). Yo quiero un chico de película, sarcástico y bobo, ácido y dulce, tan histérico como yo. Con mambitos, pero también con sueños. Con piel y dientes perfectos, apenas más alto que yo. Yo quiero un chico -ya que sueño- que sepa lo que quiere, y me quiera a mí [...] ...Y, si eso es mucho pedir, tal vez simplemente quiero que exista y que, (obviamente, cuando menos me lo espere), aparezca.[...]" 

Lo veo leer casi sin parpadear -más lento que yo, recuerdo que la primera vez que fui a su casa dijo que en su vida leyó poco y eso lo hace sentir mal-. Le digo 'Sos vos... te estaba describiendo a vos. Hasta físicamente.' y me mira...
- No sé qué decirte... No sé qué decirte ahora, después de haberme visto escrito ahí. Ahora voy a tener que cambiar...
- No cambies, me tomó 19 años encontrarte, si cambiás voy a tener que esperar otros 19 años más para encontrar a quien busque. 
- A mí, cambiado. 
Nos reímos. Nos tomamos al destino con demasiada naturalidad, como a todo. Nada sale forzado, se parece mucho a mí en muchas cosas. Le dije que estoy muy cansada de querer a gente que no se quiere. Me lo vendieron como un NN o un Vicious cualquiera, sin alma, sin ganas de vivir, pero no es cierto, le gusta estar vivo, aunque sufra, creo que busca ser feliz, dice que muerto extrañaría tanto ver los paisajes...
Quererlo es tan fácil que lo voy a terminar amando... me preguntó "Alguna vez te rompieron el corazón?" adivinó que por eso me habían internado... le conté la historia, hiper resumida, de mi Karma y yo, mientras hablaba me dijo "No sé por qué motivo espero un final feliz" le dije que yo también lo esperé durante bastante tiempo... al final me abrazó.
Mi fin de semana empezó el jueves y terminó el lunes -con clases en medio y todo, fue así-, por mis días pasaron Histeria, el Lindo Mal Vestido, Fate, Alice, mis hermanas, celofanes y música electrónica, mucho humo, bastante alcohol, tardes bizarras, noches nebulosas, hasta pasear a los perros por el parque resultó en momentos raros, el indie nunca dejó de sonar, pizzas improvisadas, pesadillas, pasaron taaantas cosas, y al mismo tiempo nada, la depresión eterna de alguien más... y si paso lista a todos esos recuerdos, no veo mucho más que a él. Él y su casa, él yendo de la cama al living, él siendo un gato de metal. Quererlo es tan fácil... 
Todo con él se siente tan... principio. Benditos sean los principios y su estúpida forma de enfermar toda mi mente, de hacerme olvidar por completo de los medios y finales. Podría decirse que soy muy kamikaze, que me encanta dármela una y otra vez contra alguna pared universal que se vive riendo de mí. Que no aprendo por mucho que me hagan sufrir. 
Y probablemente es cierto... todo eso. Hasta ahora ningún dolor fue tan grande como para hacerme arrepentir de los momentos de gloria... de las veces que me la jugué. Es mucho más común que me arrepienta de no haber hecho algo, que de algo que sí hice. Prefiero sentir todo lo bueno, aún dando por seguro que eso eventualmente se va a tornar en sentir también lo muy, muy malo, antes que no sentir nada. Odio dormir. Odio no bailar. Y odio cuando la gente no vive por miedo a equivocarse o a salir lastimada. Voy a descansar cuando esté muerta, cuando me muera, voy a estar quieta... voy a dejar de elegir amar, cuando ya no sea una opción. 

Everybody cries and everybody hurts sometimes ♪

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