miércoles, 12 de septiembre de 2012
Y cuando todo se acabe y se hagan polvo las hadas, no habré sabido por qué me he vuelto loca por nada...♪
Ey, vos. Sí sí, vos. Mi adorado interlocutor invisible e inconsciente. Vos al que escribo todos mis pensamientos flotantes. Vos que ya no sé si tenés base real o si sos una simple utopía. Una idea, una ilusión... el pastito verde más allá del muro, el cielo azul tras la ventana, las horas después de que suene el timbre de salida. Vos, amor, al que decidí encarnar en ese chico bajito con sonrisas letales... tu representación carnal me enferma (?). La sola idea de verlo en persona... qué se yo, me hace mal, pendejo. Sos el final feliz que nunca llega, él es el viaje tortuoso que debo transitar para encontrarme a mí misma... ¿No son así las historias de amor? Si vos y él fueran el mismo... pero no quiero pensar que lo son. Porque entonces estarías con otra. Prefiero pensar que fueron el mismo y de momento están separados. Entonces me queda creer que algún día sus sonrisas y mi ideal van a volver a estar juntos, juntos y conmigo. Pero hasta entonces... me enfermo.
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