Hay cosas que siempre odié cuando era chica, y durante años. Y que un día volví a probar por pura casualidad o puro aburrimiento y de golpe me gustaron, y me siguieron gustando, hasta gustarme mucho más que otras muchas cosas que me gustaban mientras odiaba estas. Cosas así fueron:
- Las pasas de uva. (Especialmente con chocolate).
- Las medialunas dulces. (Siempre amé las saladas).
- El fernet. (Creo que sólo probé el branca).
- El chocolate blanco. (Pero sigo prefiriendo el negro).
- Los ñoquis. (Con crema y sal, salsa es too much).
Cada vez que redescubro un sabor viejo y noto que ahora lo entiendo, me siento un poco más madura.
Funciona con la comida. Funciona con la bebida. Pero no funciona con las personas.
Con vos redescubrí un sabor viejo que antes me gustaba, pero noté que ya no lo entendía. No sé cómo me siento ahora.
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