El público aplaude, nosotros reímos: no le teníamos nada de fe al ejercicio, pero la pasamos realmente bien. A la salida el único de ellos que patea para nuestro lado me dice que vio una versión de mí que no sabía que existía.
Yo me río: en el fondo mi representación de Paolina tal vez se parezca más a mí que la estudiante que ellos ven. Pero es relativo, la chica responsable y dedicada también soy yo.
Hoy fue un buen día.
- Va a haber clásico en la muestra?
- Sí
- Todos van a bailar clásico? -(Uno de mis compañeros semi.aterrorizado).
- No, todos no. Pero sí va a haber clásico, y vos preparate Pauli, vos y una chica de la tarde.
No sé francamente si pude disimular la mezcla de felicidad, orgullo, e intriga histérica que sentí en ese momento... creo que intenté no expresarlo. Somos casi 70 en total los que vamos a participar, pero llevo en este ambiente el tiempo suficiente como para saber que 'Todos no' y 'Preparate' son casi sinónimos de un solo.
Creo merecerlo, quiero hacerlo bien, sea lo que sea que me toque... es una de esas cosas que nunca sé si solo quería que pasaran, o sabía que iban a pasar. En realidad todavía no pasó nada, pero la sola insinuación es buena, e hizo de mi día algo bueno.
En Teatro también tuve buenas devoluciones, y a la noche otra vez, en otra Danza, una chica se me acercó al final de la clase para preguntarme si bailo hace mucho "2 años y medio nomás, por?" "Porque sos muy buena.", también dijo que parezco más chica de lo que soy... debía ser alguna emisora kármica enviada por el destino para subirme el autoestima un poco más, para terminarme el día aún mejor de lo que empezó.
Cada vez más seguido alguien nuevo me dice que nací para esto, que bailo bien, que soy de las buenas. No es que en los últimos tres años no haya notado mi propia evolución, a veces en el espejo se hace terriblemente obvia, porque es el mismo espejo que me veía irme frustrada de cada clase no hace mucho tiempo atrás. Pero por primera vez en bastante tiempo estoy inmensamente feliz con todo lo que hago, con cada clase que tomo, y cada lugar donde curso.
Por primera vez en mucho, mucho tiempo siento que estoy donde debo, en el lugar indicado, haciendo lo que quiero como siempre lo quise hacer. Y da algo de miedo, porque sé que no es eterno, ni redituable económicamente aunque lo sea en todos los otros aspectos y a futuro.
Porque no sé si lo voy a poder sostener durante dos años más. Porque toda mi vida pensé que al terminar la escuela iba a seguir una carrera, graduarme en término y trabajar, como todos los demás. Nunca pensé que fuera a sentirme bien saltando a una pileta potencialmente vacía y con los ojos cerrados. Nunca pensé que así fuera a sentirme mejor. No pensaba que el placer de ser libre pudiera pesar más que la incertidumbre que conlleva obligatoriamente serlo. Pero me gusta esta clase de libertad: porque me hace esperar todo el tiempo que me pasen cosas buenas... los que me conocen en serio, saben lo mucho que en circunstancias normales tengo que pelear contra mi naturaleza para poder sentir eso.
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