lunes, 24 de junio de 2013

Hoy con tantos medios de comunicación hubieras podido levantar una nación! ♪

- Sabés que no voy a volver a tu casa, no?
- Ah, ...no?
- No... ya sabés cómo soy. No puedo hacer esas cosas. Tu viejo reina en su departamento por sobre dos adolescentes y una mujer conformista, y eso es como el mayor logro de su vida, y todo bien, pero sobre mí no... No da. No sirvo para dejarme pisar. 
- Podrías simplemente ir y decir 'Hola' un momento... Para ahorrarme los gritos a mí después.
- No quiero que te griten. Pero tampoco quiero ir a ser hipócrita. Toda mi vida se rige en base a no hacer cosas que me hagan sentir incómoda o falsa. Así que no voy a ir, a menos que no estén, y listo. 

Acabo de insultar a toda su familia en un par de oraciones, lo suficiente como para que finja estar quedándose dormido para no tener que responder. Pero al rato me abraza más fuerte y me besa el cuello. Sé que soy una persona difícil de tratar. A Paulina la lastimás una sola vez. Sé que soy bastaaante rígida en mi forma de pensar, casi inflexible. Y sé que él también es difícil, y un poco retrasado social, pero igual hace el esfuerzo conmigo. Dos días antes, me había ido indignada de su casa diciéndole que no tenía ganas de estar con él. Y empecé a caminar haciéndome a la idea de no verlo en todo el fin de semana largo, sin hablarnos, y sintiéndonos mal por no hacerlo. Pero me corrió tres cuadras para pedirme perdón. Tres cuadras. ¿Podés creer? Mr. Hollywood ameritando el título. Mi enojo venía de mi propio retraso social: 
- Lástima que la vía más rápida hacia la calle sea tirarme por el balcón... y lo estoy considerando. 
- Te hacés mucho problema por muy poco, ¿Por qué es tan grave salir y saludar a mis viejos?
- Porque son como las personas más awkward del planeta.
- Estás exagerando... 

No exageraba. Ellos lo demostraron por mí como diez horas después. Él lo admitió.
Una obra que fui a ver el sábado me dejó con la idea amarga de que hagas lo que hagas, siempre le terminás cagando la vida a tus hijos.... pero hay gente que se esmera más. 
El domingo también me peleé con mi propia madre.no.tan.awkward, porque extraño mucho a  mi perro y no quiero tener que ir sola, pero ella no puede ir. Parece que todos esos días libres fueron sobre gente queriendo hacer cosas y no animándose a hacerlas. 
No me gustan los días libres. Los domingos y feriados. Son deprimentes y aburridos. 
Así que amé este Lunes:

*Despertarme con él muy temprano, a pesar de que eso implicó dormir muy poco y muy mal. 
*Salir de casa y a la cuadra encontrarme de frente al chico platónico stalkeado de turno (¿Me stalkeará él a mí? (?)) 
*Empezar una de esas coreografías que me poseen en cada poro, hasta las venas. Que sacan lo mejor de mí aunque cuesten, aunque duelan, que me hacen feliz. 
* Los regalos: La remera, las postales, las sorpresas prometidas que todavía no vi. Cualquier regalo hace que un lunes sea más lindo, sobre todo si son chicos y están hechos más con cariño que con plata.
* La remera era de mi talle. No lo podía creer... ¿Tanto tiempo pasamos ahí que nos pudieron sacar el talle a todos? Es cierto que voy todos los días de la semana... Amé otro lunes de notar  una vez más que esa es -más que cualquier otra escuela a la que haya ido- mi casa.




-Así que te da celos hipotéticos la idea de ser el padrino en mi boda? 
-...un poco, sí.
-Si no vas a querer ser el padrino, podés elegir ser el novio o el loco del caballo blanco que entra a último momento para gritar "Yo me opongo!"... te recomiendo que elijas el segundo, porque conociéndome, seguro me iría con ese. 

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