lunes, 3 de diciembre de 2012

Maybe this is living: Staring, without moving, our signs are still vital, we are alive. You're so beautiful I can't control myself... ♪

Informe de mi jardín de infantes, de cuando tenía 2 años, buenas notas en todas esas materias exigentes relacionadas a usar crayones y aprender a compartir, pero entre las observaciones dice:
"Le gusta dibujar, pintar pero sin ensuciarse. Se relaciona con sus pares con seguridad, y siempre consigue lo que se propone, es muy seductora con todos. Es muy meticulosa en los trabajos, se esfuerza mucho para lograr la perfección." 
De esa edad también hay fotos en las que estoy escuchando la radio, con un buzo gris más grande que yo, y otra secuencia de tres fotos en la que estoy intentando liberar al pajarito enjaulado de mi abuela.  

Hubo un tiempo, antes de leer ese informe, antes de ver esas fotos, en el que yo pensaba que la personalidad de la gente se iba formando seriamente durante la primaria, y que se definía mucho más durante la secundaria. No pensaba que algunos aspectos fueran tan innatos, ni mucho menos que esos aspectos fueran los más definitorios del núcleo fuerte en la forma de ser de una persona: Pero yo soy así, en esencia, sigo siendo lo que era según ese informe.
Sigo escapándome de la realidad en mis dibujos, sigo teniendo pequeños trastornos obsesivos de adicción al orden, sigo buscando la perfección en todo lo que hago, y obteniendo al final todo lo que me propongo. Sigo siendo segura conmigo misma y seductora con los demás. Sigo amando la música, y creyendo firmemente en el derecho que tienen los animales a ser libres y no decoración ni alimento. Tenía 2 años. Es gracioso porque digo que no quiero estar con él ahora que todavía soy una idiota... pero en realidad si no evolucioné nada en 17 años, no sé por qué iría a evolucionar en un par más. En 17 años sólo crecí en altura y acumulé más mambos -mis ojos siguen siendo igual de enormes, pero están mucho más tristes-, y en los años que vengan, ya no voy a crecer más de alto... al menos no después de empezar a usar las zapatillas de punta.
Pero los mambos... me gustaría creer que no van a crecer, pero probablemente son lo único que evoluciona en mí. Y entonces él ve las fotos y me dice que era lo más tierno que pudo existir, le digo que lo sé, que tampoco va a existir nada más tierno y él responde que sí, que nuestros hijos van a ser necesariamente mejores que nosotros, y yo le creo. Le creo por el simple hecho de que a veces, él saca lo mejor de mí, (aunque a veces también estemos al mismo nivel despreciable). Le creo porque, para él, yo quiero ser mejor. De acá a un par de días, o de meses, o de años, yo quiero merecerlo, y que me merezca. Yo no quiero rendirme a él y regalarle en cómodas cuotas todos mis mambos, los propios y ajenos, los light y los grosos, los físicos y mentales. Pero también lo quiero ahora. No sé si putear a mi niña interior o a mi presente. No sé si putearlo a él, pero necesito desesperadamente putear a alguien por eso. 
Necesito que alguien o algo me haga entender y asimilar el hecho de que aunque lo dibuje y lo haga reír, que aunque ordene mis prioridades y él siempre termine entre los primeros puestos, que aunque sea perfecto para mí, y aunque lo pueda obtener si me lo propongo, que aunque esté segura de que lo quiero, y aunque pueda seducirlo también, no puede ser ahora. 
Que me convenza, por favor, de que a pesar de que mi naturaleza se forjó mucho antes de que mi mente fuera capaz de almacenar recuerdos a lo largo del tiempo y de decidir qué hacer con ellos, de tomar decisiones para cambiar mi futuro, y de ponerle nombres a mis principios, sí puedo ser mejor que esto.



Saber que así no puedo, que me pierdo y me desvelo en la necesidad. A mí me gusta cuando me hablas así. Me gusta cuando estás peligroso. Y es así, es encontrarte y desnudarte ahí. El lindo juego de tenerte en vilo es lo que quiero. Saber que así no puedo, que me lleno y me vacío. Pero pasará, así me estalle contra una pared. Sé que lastima pero yo sé lo que siento, la luna de febrero, algún vinilo, el desenfreno y la necesidad... ♪

1 comentario:

  1. Yo construía casas con cajas y tengo fotos vestida de bailarina de los tres años, mi profesora de ingles, en cómodas cuotas de ensayos boludos, me hizo notas que siempre supe lo que quería, de alguna manera, supongo que somos de la gente que nace con una meta y va tan directo como puede ahí, supongo que las cosas suelen saber cuando llegar, supongo que ustedes sabran hasta donde decir "no"..

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