"Cierto también es que nuestra lealtad fue siempre limpia y total, aunque aquí hay que reconocer, cómo no, que muy a menudo actuamos como dos jugadores en la misma cancha que juegan dos juegos diferentes con la misma pelota. Y quién puede negar ya, a estas alturas de la vida, que lo que nos faltó siempre fue la E.T.A., es decir, aquello que los navegantes de aire, mar y tierra suelen llamar en inglés Estimated Time of Arrival. Porque la gran especialidad de Fernanda María y la mía, a lo largo de unos treinta años, fue la de nunca haber sabido estar en el lugar apropiado ni mucho menos en el momento debido."
La Amigdalitis de Tarzán.
Odio The Notebook. Odio El Amor en los Tiempos del Cólera. Odio el final de Shakespeare In Love. Odio a Nicholas Spark y a todos sus seguidores por creer que es tierno que una pareja se reencuentre de grande. A García Márquez por intentar vender que no importa con cuántas minas rándom te acuestes en el medio, cuando ya seas gordo y viejo vas a poder reencontrarte con la gorda y vieja versión de la mina que amaste cuando era jóven y flaca. Odio a Viola por habérsela jugado tanto durante toda la película por el poeta muerto de hambre, y por no fugarse con él al final aún ante los ojos reprobatorios del inútil de su esposo, de Dios y de la Reina de Inglaterra. Y me gusta La Amigdalitis de Tarzán, me gusta cómo está escrito, but still, odio que dos personas que se aman con locura vivan voluntariamente en lados opuestos del mundo, ella con un marido golpeador sólo porque tiene dos hijos chicos que con el tiempo también estarían mejor lejos. Odio que la gente tenga una visión tan mediocre y conformista del amor.
Si es amor absoluto, no importan la religión, ni los mandatos sociales, ni el deber, ni los padres, ni los hijos, ni la plata, ni la patria. Si el amor es absoluto saltás del barranco para que te conviertan, Bella. Y hablo de amor de verdad, no de obsesión insana, hablo de ese amor correspondido que es la fuerza más poderosa de todas, ese que te desata de embrujos y encantamientos, el que te despierta de un sueño eterno, el que te protege de maleficios imperdonables, el que es y será por los siglos de los siglos, amén (?). Si dos personas se aman en serio, y se hacen bien, no hay motivo externo alguno que amerite su separación. Lo creo así desde siempre, lo voy a creer así hasta el final. El mundo está ya tan lleno de cosas feas, y de gente sola que vaga sin rumbo buscando a su soul mate de turno, que es hasta egoísta encontrar al amor que te llena y dejarlo ir para cumplir con alguien o algo más:
[...] Tal vez lo único que podríamos decir Fernanda y yo es que hay despertares sumamente inesperados y que, incluso, a veces, en nuestro afán de no causarle daño alguno a terceros, terminamos convertidos nosotros en esos terceros. Y bien dañaditos, la verdad. [...] <-- Asco de lastimarse por no lastimara terceros. Y para muchas cosas debo ser una persona egoísta y fría, pero intento ser feliz y hacer feliz a la gente que realmente me importa. Siempre creí que si yo soy la protagonista en mi propia vida no debería vivirla para el público, que al fin y al cabo por mucho que aplauda se levanta y se va al final de la función. Si en cambio, yo voy a seguir siempre ahí, al otro lado del telón bajo.
Odié verlo hoy porque alguna vez creí que cuando cayera el telón él iba a estar al lado mío, odio verlo siempre que lo veo porque recuerdo cuánto lo amé, y cuán poco valió la pena. Y entonces pensé que me da bronca actuar como si estuviera vivo alguien que actúa como si estuviera muerto. Y los eliminé, de mi vida virtual, que es la forma más simple de darles a entender que los estoy echando de mi vida real.
Pero entonces vuelvo a vos. Todos mis razonamientos últimamente desembocan en vos. Forzosamente debí pensar que si solo me sale odiar a uno de los que hubo, es porque lo quise más que a los otros, y que, si te quiero más que nadie... debería odiarte un montón cuando hicieras algo mal. Por favor, nunca hagas algo mal. No me dejes hacer algo mal, porque así de mucho también me odiaría yo. Y entonces me vuelvo a preguntar por qué no te busco ahora, que somos jóvenes y lindos. Y no sé. No sé. Si sé. Pero a veces no alcanza. A veces lo absoluto de nuestro amor alcanza más. Y yo soy una artista. Necesito vivir todo con absolutismo, y entrega y pasión. Ser impulsiva y liberal. Y contenerme es tan poco digno de mí! No sé contenerme, nunca supe y si estoy aprendiendo ahora es solo por lo mucho que te quiero.
Pero necesito una salida... Necesito... estar lejos, y tener a mi lado a algún médico o fotógrafo al cual no corresponderle, necesito ver pasar por tu cama a miles de chicas vacías. Y necesito que te la juegues y amarte ahora aunque después me desgarre y me duela. Y necesito amarte siempre y que ese amor no nos lastime nunca. Y necesito que siga todo igual que antes hasta ahora. Y necesito que cambie todo. Y necesito que me digas que sí, o que no, y decirte que no, o que sí. Y necesito verte. Más que nada necesito verte. Y besarte, sin pensar en lo estúpidamente mal que está besarte. Pero no te quiero ver, ni besar, porque eso estaría estúpidamente mal. Y diría que no sé que es lo que quiero pero sí, sé lo que quiero... el problema es que abarco demasiado, quiero... quiero todo. Si es con vos, te quiero de todas las formas posibles, incluso las que implican no quererte. Si es con vos... pero vos y yo somos tan emocionalmente imperialistas...
It's the wrong time, and the wrong place. Though your face is charming, it's the wrong face... ♪
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