Mi chico está dormido en mi habitación. Él no preguntó nada, pero el novio de mi vieja sí. Cuando bajé a desayunar: "Qué tenés ahí al costado de la cara? Manchado?" "...No preguntes."
Así de idiota fue mi noche (la de anoche no, la anterior). Alguien dijo 'Casa Sola' y tuvimos una fiesta yanki hecha y derecha. Con consola de música y tirada a la pileta con ropa a las 7.30 de la mañana. Con tríos interrumpidos y sexo casual con música electrónica de fondo en alguna habitación supuestamente cerrada al público. Con más drogas de las que se denominan legales, y una cantidad considerable de alcohol. Con gente que aparece en las fotos pero no en mis recuerdos. Con su chica llorando y el mío yéndose a la mierda. Con un idiota horrible besándome por la fuerza, y conmigo yéndome a un baño a provocarme arcadas y a llorar abrazada a mi mejor amigo hasta que se me pasó el asco, diciéndole "Puedo besar a 12 chicos en una noche si yo quiero y por mí está bien, no me importa lo que digan, está bien. Pero si se toma esa libertad alguien que no quiero me siento horrible, asqueada, usada... violada. Que sea puta no le da derecho a nadie a tocarme!". Con mi chica perdida hasta que la convencí de volver a ser ella por un rato, (la que era antes de que ese bobo tan lindo la lastimara y le quitara su seguridad), esa que flashea a la gente con su locura desmedida y con lo linda que es su sonrisa -certera- de gato de Cheshire. Con un beso histérico al histérico de mi ex. Con un beso gratis a un desconocido. Con mi chico oficial ignorándome pero enojándose si lo ignoraba. Con chicas bobas y bonitas que no le importaban a nadie realmente. Todo menos los vasitos rojos. Dios, todas las fotos escrachosas del día siguiente se verían mejor con vasitos rojos. Si los vasos de fiesta no fueran blancos o transparentes costaría mucho menos distinguir cuántos pasaron por mi mano a lo largo de la noche... pero la fiesta tuvo todo.
Todo: La pizza previa para no embriagarse tan rápido, la inalterable ebriedad. El plano alterno al que voy cuando mi cerebro se desconecta porque hay música pensando por él, dándole órdenes a mi cuerpo. El momento filosófico y casi involuntario de comparar este presente con un pasado cercano, donde los actores eran otros, pero en escencia eran los mismos. De pensar quién remplazó a quién... Está el chico calentón en todo sentido de la palabra, el que se enoja fácil y se encara a cualquiera porque ama el amor, pero con esa actitud, igual gana (Ese antes era N, pero N ya no me habla). Está el que en realidad es bastante tonto, pero tiene un especial don para bardear a la gente sin que se note, y haciendo reír de verdad a los que somos forros de alma (Ese era M, nuestra relación siempre fue de amor-ODIO... já, hasta los nombres se parecen). Está el enano con pinta de forro y de cagarse en todo, pero que te encara del modo más desagradable posible, creyéndose irresistible por demás (Ese era F, nunca me lo banqué, nunca me lo voy a bancar, y no me banco a su versión nueva). Está el que siempre va a poner por delante de sus deseos a sus amigos, el que siempre va a tener para decir una declaración solemne de lealtad caballerosa... en público, y después en privado te rompe la boca... a vos, y a tu amiga también, si se da (Ese era P, la versión nueva es mucho mucho MUCHO más linda, y menos forra, aunque también un poco menos inteligente... me quedo con la nueva, sin dudas). Mi mejor amigo es el que antes era mi mejor amigo, casi neutral, en equilibrio inestable con todo el mundo, pero mi mejor amigo es más real, y sincero, porque este grupo nuevo es más real y sincero (G es G). Está el que por mucho que salga y se ría con ellos, en verdad nunca va a formar parte, y al que de vez en cuando convencen de tomar o fumar aunque sea abstemio (Podría decirse que es el otro F, pero un F nunca besaría a nadie que no quisiera ser besado). Aún no sé quién es el otro N, tal vez sea ese flaco que nunca se registra mucho cuando está presente, y que a mi amiga le debe encantar porque le gustan los flacos que se parecen a Andy (el de Toy Story)... Y como no podía faltar: Una fiesta que lo tuvo todo, tuvo un momento de pensarte, y un grupo de chicos que los reemplaza a todos, también intenta reemplazarte a vos. Él tiene algo que me mata, no se qué es pero me mata. Y su risa es tan imperfecta que contagia ganas de vivir. No se sabe si tenemos algo en común, pero con él también se puede hablar por horas de cualquier cosa, nunca hay silencios incómodos. Y él también -ay, karma!- me dice "Tengo novia"... já, pero a él como a vos, le encanta decírmelo a cinco cm de distancia, y después de mirarme la boca.
Locuras, cristales, despertares sin resto... ¿Podré alguna vez alejarme de esto?
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