viernes, 6 de diciembre de 2013

Y otros solo lloran, buscando sus palabras, y su respuesta causa más temor... ♪

Casi todas las veces que veo a mi perro chiquito me río, creo que nunca me voy a acostumbrar a lo lindo y ridículo que es. Cada vez que veo a un golden se quiebra algo dentro mío, sé que nunca me voy a acostumbrar a que mi perro grande esté lejos. 
Empiezo a creer que sacás lo peor de mí. Porque no soy celosa, ¿sabés? No creo en la monogamia, me repugna la idea de que alguien cambie sus amistades por mí, jamás exijo nada que a la otra persona no le surja darme por voluntad propia, usualmente me limito a vivir cada experiencia tal y como viene, a sacar lo mejor posible de toda relación que nazca en mi vida, a dejarla terminar cuando tenga que terminar. No soy de acelerar las cosas, suelo confiar ciegamente en el Destino, siempre espero a que señales incuestionables del Universo me indiquen avanzar. No hago inversiones con la gente: doy lo mejor de mí desde el principio sin esperar nada obligatoriamente a cambio. No me gusta mentir: siempre aclaro a todo chico mis intenciones últimas para con él antes de que haga tiempo para confundirse. No me gusta que nadie coarte por mí relaciones que todavía tienen mucho para dar. No sé qué seré para la moral socialmente aceptada y reconocida como respetable, pero soy un modelo vivo de mis principios, soy el ejemplo a seguir de la comunidad en la que quiero vivir en el futuro. 
Y vos me arruinás.
Cada célula de mi cuerpo te cela involuntariamente. Odio que tengas novia, odio que no me elijas, odio que no estés conmigo -sólo conmigo-. Cada vez que una de tus fans... perdón, 'amigas'... perdón, amigas (y mis dedos duelen al tipearlo bien) te toca para hacerte masajes o abrazarte o colgarse de tu cuello, en lo más hondo de mí se aviva un instinto asesino que creía reservado para gente muy distinta. Quiero pedirte explicaciones todo el tiempo, quiero que me quieras, quiero que lo grites. Quiero que las cosas con vos se den como las soñé. Quiero que actúes como yo lo necesito. Quiero que se termine ya o no se termine nunca. Quiero que te decidas ahora y que me lo informes ahora, quiero que esa decisión esté bien. Me cuesta tanto darte sin saber si voy a recibir a cambio... incluso cuando sos mejor conmigo de lo que soy con vos, me cuesta horrores soltarme y cambiar de actitud. El miedo me paraliza cada vez que intento hablarte de lo que quiero que haya entre nosotros, te vivo confundiendo. Quiero que cortes con ella ya. Para la moral socialmente aceptada debo estar sólo ligeramente errada en este momento, casi perdonable. ¿Pero para mí? Así no me soporto. Me frustro y desilusiono de mí. Mis conciudadanos inexistentes e imaginarios del futuro seguro se averguenzan de mí, y con razón. 
¿A esto le llaman amor? Es lo más básico y detestable de la naturaleza humana: Egoísmo. ¡¿Por qué no estás conectado?! Individualismo. ¿Qué estás haciendo? Megalomanía. ¿Con quién estás?  Patetismo. Te quiero ahora conmigo. Te quiero en mi cuarto. Te quiero en mi cama. Mierda, ¿por qué no estás?.
Y vuelvo a llorar. Deseaba tanto llorar por alguien nuevo... ahora creo que extraño el dolor conocido por alguien predecible. Te prometo a vos por respeto pero sobre todo a mí por mí (?) que si algún día te decidís a ser medianamente decente conmigo, si me elegís, si te la jugás, si te enamorás... VOY A SER MEJOR QUE ESTO. 
Ah... y después claramente está eso: La parte en la que sigo con vos, aún semi-convencida de que me estás usando, de que te importo mucho menos que la opinión de la gente, de que deshacerte de mí te da igual. De que sigo siendo tu muñeca obediente por muy mal que me haga... de que yo sí te elijo, yo sí te quiero, yo sí estoy con vos. La parte en la que estoy atrapada en esta situación y ni siquiera puedo decir con seguridad que sea por voluntad propia a nivel consciente, porque... es algo más que la consciencia lo que me impulsa hacia vos, son unas ganas que parecen más viejas que el mundo. 
Quiero que ya haya pasado este fin de semana, y haber salido lo más ilesa posible de todo cuanto en él me ocurra. Quiero... quiero dejar de pensar en lo que quiero, y que inmediatamente pegado a la idea de querer algo aparezcas vos. 

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