Finalmente me animé a arrancar el libro, cada frase me recuerda a vos y me acuesto todas las noches llorando al cerrarlo. Ahora empiezo a entender todo... cada una de las cosas que no cierran. Toda la cronología en el tiempo: Yo me enamoré de un chico, después ese chico leyó un libro y quiso transformarse en personaje. Y yo seguí tan ciegamente a los mismos ojos y a la misma sonrisa, que nunca noté el cambio.
Tengo un juguete nuevo al que no soporto escuchar hablar, pero ey, hace cuánto no veía una espalda como esa... hace cuánto no era yo, feliz sin que me importe si él lo es.
Y también tengo un peluche nuevo, valga la novedad, de obtención involuntaria: tu amigo lo dejó en mi puerta justo cuando creía que se había empezado a calmar. Vos nunca vas a hacer algo así por mí... aún si me extrañás, Tomás no envía perros-oso gigantes a sus amantes. Tomás sólo siente compasión por Teresa. Incluso siendo Sabina, para vos soy una más.
Y es gracioso a un nivel irónico y desquiciante:
Como yo, que casi nunca me enamoro de un chico real, que vivo siempre enamorada de personajes ficticios, esta vez siento que el hombre de las páginas al que decidiste imitar es mil veces más insulso de lo que eras vos por vos mismo. No quisiste ser Peeta, no te fascinó Percy, ni Hannibal ni Lemony. Ninguno de mis enamorados perdidos, héroes o asesinos con talento... un infeliz común y corriente, demasiado acomplejado como para jugársela del todo jamás por nada.
Yo quería que un personaje saltara de la ficción y se presentara ante mí. Yo quería el amor de Peter y Gwen, tan natural como respirar, tan desgarrador como dejar de hacerlo. Yo quería a un personaje, hasta que te conocí. Yo quería un personaje, pero no invadiendo tu cuerpo... Yo quería un personaje, pero no el que elegiste vos:
Un tipo infiel que se acuesta con todas, pero duerme solo con una. Al menos eso vas a decir... a tus amigos, a los míos, al que lo quiera escuchar, y te van a creer. Van a creer que sos así, que siempre fuiste así y la única diferencia es que ya no intentás ocultarlo. Van a creer que esa es tu naturaleza y no un disfraz.
Cuando termines de convencer al mundo de que Tomás está en tu mente y en tu piel, de que lo sentís como tu identidad más profunda, de que esa es la verdad de lo que sos y lo que hacés, ¿Qué va a pasar, lindo, si algún día te recuerdo que yo me dormía abrazándote, pero al despertar vos me abrazabas a mí?
Some say love is a burning thing that it makes a fiery ring. Oh but I know love as a fading thing just as fickle as a feather in a stream... See, honey, I saw love, you see, it came to me: it put its face up to my face so I could see... ♪
No hay comentarios:
Publicar un comentario