Todos los chicos con remera verde. Todos los chicos con novia rubia. Todos los chicos altos con pelo claro y corto. Todos los chicos de espalda ancha. Todos los chicos del centro. Todos los del parque. Todos los de la costanera. Todos son vos. Salgo de mi casa y en cuanto empiezo a caminar, cada chico de la calle por un instante se transforma en vos. Y a diario veo cientos de pares de ojos verdes, y miles de sonrisas perfectas.
A diario cada cuadra esconde un clon. Y a veces, cada muchos, muchos días, te veo a vos. Y cuando tu imagen pasa la línea de fuego que separa a las sombras captadas de reojo del verdadero campo visual, seguís siendo vos. Cada día de mi vida mi corazón reconoce un fantasma tuyo en cada salón, en cada colectivo, en cada local. Cada día de mi vida te busco sin encontrarte en cada rincón y me muero un poco de desesperación y miedo de no volver a verte nunca más.
Pero cuando te veo... cuando realmente sos vos, cuando no puedo escapar de tu reflejo porque es la imágen original... entonces en vez de alivio siento al peso de un mundo caer sobre mis hombros. Cuando te veo corro la vista. Tomo aire, intento poner la mente en blanco, me alejo lo más posible. Estoy harta de vos.
Harta de todo lo que esté relacionado a vos. Harta de él, del otro, de ella, de la escuela en general. De tus mentiras, o tus verdades, de la innumerable cantidad de incertidumbre que me regalaste. De no saber... estoy harta de nunca jamás saber. Pero sobre todo estoy cansada de preguntar, de arrastrarme por un poco de atención por tu parte. Si no te importa, o eso decís... no hay diferencia en realidad, ya no importa en general.
Estoy muriendo de aburrimiento y de desconfianza, lo que él dice y hace cada vez me duele menos, o me hace menos bien. Me vuelvo a aislar de todos.
Miralos, ¿los ves? Ahí sentados uno junto al otro, hablando como amigos, midiéndose en secreto. Chicos lindos y simpáticos, a simple vista comunes e insípidos. Son las últimas dos personas con las que salí. En ellos deposité mi esperanza en volver a confiar en su género... paso a paso se encargaron de dinamitarla.
Uno miente todo el tiempo, al punto de que ya nadie le cree del todo si es que dice la verdad... en ese siempre confié, le creí cada palabra.
En el otro no confío en absoluto... porque su verdad cambia constantemente, de modo que ni siquiera necesita mentir para dejar de ser sincero.
Y creo que me hice adicta a ellos. Que me cuesta dejarlos del todo. Resignar por completo todo lo que les dí. Los hechos, los deseos, los sueños. Otra vez al día cero. A la hora cero.
A volver a rastrear cada uno de los ladrillos y acomodarlos donde sea que parezcan tener que ir. Volver a armarme, y a protegerme. Volver a dejar de sentir. Dejar ir la luz que me regalaron para salir de la oscuridad en la que me dejaron después. Y estoy cansada... cansada de todo. De no saber, de no confiar, de no creer, de adivinar. Me vuelvo a aislar de todo.
domingo, 23 de marzo de 2014
lunes, 10 de marzo de 2014
I don't mind be a big mistake for you to wait, and have me waste your time. Really love, it's fine ♪
- No te entiendo... vos también hablás a medias aunque digas que dejás todo claro.
- Trato siempre de decirte que lo que hacemos es sólo por disfrute.
- Que lo que hacés.
- Que es lo que hago y es lo que tenemos que hacer: Sólo disfrutar de eso cuando se dé.
- Es lo que hacés, no lo que tenemos que hacer. Vos lo elegís, no hay una fuerza mayor empujándonos.
- Y qué es lo que tenemos que hacer?
- No sé... como tener, tendríamos que haberla cortado antes de empezar. En la práctica, hacemos lo que podemos, lo que nos sale, y hablamos todo a medias para no llegar a ningún punto crucial nunca, probablemente porque nos gusta demasiado estar juntos como para tomar decisiones drásticas que nos impidan seguir haciéndolo.
- Quizás deberíamos dejar de estar.
- Y después?
- Y después de dejar de estar?
- Ajá, qué somos nosotros dos cuando no estamos juntos? Dejamos de estar sin haber hablado nunca nada realmente. Ninguno de los dos sabe bien qué carajo pasó.
Termina el año, no nos vemos más. Probablemente ni siquiera vuelvo a la escuela en segundo. Todo queda en la nada. Odio los finales abiertos.
- Los mejores libros son los que tienen finales abiertos.
- De verdad creés esa mierda? De verdad querés dejar de estar, de vernos, de hablar? O lo decís por inercia, porque tenés sueño y querés dejar de discutir?
- Lo último que escribiste. Me fui, besos.
Algún día voy a conocer a un chico nuevo, que se interese en mí, y me voy a interesar en él hasta que salgamos. Algún día voy a empezar a dar vueltas con otro chico. Otro que tal vez no sea tan hermoso como vos (¿quién es tan hermoso como vos?), o tan inteligente, o tan interesante... pero que aún así tenga lo suyo. Un chico que también me haga reír, pero que no me haga llorar. Un chico que me elija todos los días, a la vista de todos... sobre todo eso. Va a llegar un día en el que simplemente piense en vos y me sienta terriblemente cansada de esperarte y no tenerte para mí. En el que no pueda más, y al fin prefiera algo tal vez no tan bueno, pero más simple. Un día voy a ser yo la que diga 'Me tengo que ir.' y supongo que entonces me vas a extrañar. Va a llegar un día, cuando ya no me tengas, cuando me haya ido en serio (no como ahora, que siempre que silbes lo suficientemente fuerte me vas a tener comiendo de tu mano) en el que tal vez notes que, lo que siempre pensaste como un error y trataste como una mala decisión, era capaz la mejor decisión que podrías haber tomado en tu vida, y una y otra vez la dejaste pasar.
Tal vez, en el peor de los casos, te quiebres al entender, te tengan que internar.
Terminó el año, en lo que va de este, nos vimos solos dos veces. Dejamos de estar sin llegar a decir muchas cosas. Al menos yo no tengo idea de qué carajo pasó. Nos vimos tres veces más en mares de gente... casi nada. No quiero volver a la escuela en segundo. Quedó todo en la nada.
Dejamos de estar, dejamos de vernos, dejamos de hablar.
Conocí a un chico nuevo, que se interesa en mí, y me intereso en él... estamos saliendo.
Damos mil vueltas. No es tan hermoso como vos (¿quién es tan hermoso como vos?), o tan inteligente, o tan interesante... pero tiene lo suyo. Un chico que también me hace reír, pero casi nunca me hace llorar.
Un chico que me elije todos los días, a la vista de todos... sobre todo eso. Ya no puedo más, y por eso prefiero algo que tal vez no es tan bueno... pero es mucho más simple. No sé si me extrañas, yo te extraño, tal vez si silbaras ahora yo aún correría a tus pies y a tus manos. Dudo que hayas notado lo que perdiste cuando me fui. Dudo que algún día lo vayas a notar.
Pero pienso en vos y simplemente me siento terriblemente cansada de esperarte y no tenerte para mí...
...aún así, todavía odio los finales abiertos.
- Trato siempre de decirte que lo que hacemos es sólo por disfrute.
- Que lo que hacés.
- Que es lo que hago y es lo que tenemos que hacer: Sólo disfrutar de eso cuando se dé.
- Es lo que hacés, no lo que tenemos que hacer. Vos lo elegís, no hay una fuerza mayor empujándonos.
- Y qué es lo que tenemos que hacer?
- No sé... como tener, tendríamos que haberla cortado antes de empezar. En la práctica, hacemos lo que podemos, lo que nos sale, y hablamos todo a medias para no llegar a ningún punto crucial nunca, probablemente porque nos gusta demasiado estar juntos como para tomar decisiones drásticas que nos impidan seguir haciéndolo.
- Quizás deberíamos dejar de estar.
- Y después?
- Y después de dejar de estar?
- Ajá, qué somos nosotros dos cuando no estamos juntos? Dejamos de estar sin haber hablado nunca nada realmente. Ninguno de los dos sabe bien qué carajo pasó.
Termina el año, no nos vemos más. Probablemente ni siquiera vuelvo a la escuela en segundo. Todo queda en la nada. Odio los finales abiertos.
- Los mejores libros son los que tienen finales abiertos.
- De verdad creés esa mierda? De verdad querés dejar de estar, de vernos, de hablar? O lo decís por inercia, porque tenés sueño y querés dejar de discutir?
- Lo último que escribiste. Me fui, besos.
13/12/2013
Tal vez, en el peor de los casos, te quiebres al entender, te tengan que internar.
26/12/2013
Dejamos de estar, dejamos de vernos, dejamos de hablar.
Conocí a un chico nuevo, que se interesa en mí, y me intereso en él... estamos saliendo.
Damos mil vueltas. No es tan hermoso como vos (¿quién es tan hermoso como vos?), o tan inteligente, o tan interesante... pero tiene lo suyo. Un chico que también me hace reír, pero casi nunca me hace llorar.
Un chico que me elije todos los días, a la vista de todos... sobre todo eso. Ya no puedo más, y por eso prefiero algo que tal vez no es tan bueno... pero es mucho más simple. No sé si me extrañas, yo te extraño, tal vez si silbaras ahora yo aún correría a tus pies y a tus manos. Dudo que hayas notado lo que perdiste cuando me fui. Dudo que algún día lo vayas a notar.
Pero pienso en vos y simplemente me siento terriblemente cansada de esperarte y no tenerte para mí...
...aún así, todavía odio los finales abiertos.
lunes, 3 de marzo de 2014
Estás enferma de frustración, y en tu locura no hay acuerdo... ♪
¿Sabés lo que significan estas náuseas? El mismo miedo de siempre a estar bien por los medios menos pasionales, pánico al conformismo, o a la felicidad en general... los mismos síntomas.
Alguien tuvo la pésima idea de releer historiales viejos, conversaciones narrando hechos que la mente ya se había esforzado por bloquear y diluir. Terminó reviviendo una imagen de él que brilla como el cobre cuando arde.
[...] Llegó más tarde, y estábamos medio desesperados físicamente por el otro (como siempre que llevamos algún tiempo sin vernos solos).
Llegamos a uno de esos estados en los que te abstraes tanto que terminas haciendo cosas que antes no hubieras dicho que eran físicamente posibles.
Después nos quedamos tirados un rato largo, le pregunté:
- A qué hora te ibas?
- A las 4.45
- Y qué hora es?
- Las 4.15
- ...osea que te vas en media hora?
- ...son las 4 y cinco.
Me reí. Empezó a decirme que soy una mina re especial, copada e inteligente y yo me contuve como tantas otras veces de gritarle '¿Y POR QUÉ CARAJO NO DEJÁS A TU NOVIA POR MÍ?', en lugar de eso le pregunté: '¿Y entonces qué? ¿Vas a hacer como tu amigo y me vas a decir que a pesar de eso sólo te interesa acostarte conmigo?', y él -como siempre- encontró la respuesta más dolorosa y confusa posible, dijo: 'No, es obvio que no me interesas sólo para eso' ...cosa que sólo renovó mis ganas de gritarle lo anterior.
De lo que no me contuve fue de retomar una discusión previa y recalcarle que al fin y al cabo, ni dejar de hacer sólo eso conmigo puede, porque ey, la pasamos taaan bien... se rió, y tumbado al lado mío, cansado y sonriente admitió su pequeña derrota.
Comimos chocolate, ñoñeamos. Se sentó al borde de la cama y cuando lo abracé me preguntó si tenía algún arañazo en la espalda, le dije:
- No, ¿por? ¿Querés que te haga un par?
- Bueno, dale! ...no te lo digo dos veces, ¿no?
- ...no.
(Recientemente él descubrió lo divertido que es morderme sabiendo que yo no me puedo vengar... no la paso del todo mal con eso).
Nos fuimos a bañar y le avisé de antemano que no había agua caliente, eso nos dio excusa para quedarnos muy cerca... obviamente la ternura evolucionó en fuego en muy poco tiempo.
Después me miró mientras yo me secaba, diciéndome cosas lindas como venía haciendo...
...la verdad no me acuerdo bien de cómo empezó la discusión, porque cuando estoy sola con él suelo tener un orgasmo atravesado en el cerebro, y cuando él dice algo que me jode yo soy bastante evasiva... en realidad cuando discutimos ninguno de los dos es muy directo, dejamos todas las frases a medias, implicando cosas que no nos animamos a decir.
Me acuerdo... él dijo algún comentario no muy agradable, algo sobre la situación, y yo no le respondí. Entonces me abrazó y me preguntó 'Vos te divertís conmigo?' y yo lo miré y asentí, pero debía tener cara de cordero degollado, porque me dijo 'Entonces cuál es el problema?' y yo lo miré sin paciencia, le dije 'Cuál es el problema, R.?' y un poco le cambió la cara, típico cambio de expresión que indica que se terminaron los juegos y ahora estamos discutiendo, me dijo '...hay uno muy grande..', yo asentí con desgano.
Nos fuimos del baño a mi habitación, nos empezamos a cambiar pero se sentó en la cama y dijo:
- Me tengo que ir...
- Siempre te tenés que ir.
- Siempre me voy a tener que ir.
- ...pero por qué?
Yo, sincericida. Él me empezó su discursito prefabricado:
- Cuando empezamos esto (porque posta, lo empezamos los dos) se dieron por sentadas muchas cosas a mantener para que esto funcionara...
- No, ¿ves? Ese es el problema. Vos das por sentadas ciertas cosas, pero yo doy por sentadas otras sobre lo mismo, y nunca las hablamos... es lo mismo que te dije siempre: A vos no te gustan mis preguntas, a mí no me gustan tus respuestas, y concluimos en que es mejor no hablar.
- Si... tenés razón.
Yo estaba por llegar tarde a danza, se nos va el tiempo siempre...
- Me voy 5 minutos antes que vos...
- No, te vas ahora al mismo tiempo porque estoy llegando tarde.
Antes de salir, él me preguntó si yo estaba bien así, porque si no estaba bien era mejor terminarlo, y yo le dije que estoy acostumbrada a tener el control, a que la secuencia lógica es: me interesa un flaco --> salgo con el flaco --> el flaco se enamora perdidamente --> yo me aburro y lo dejo. Entonces él me preguntó '¿Y nunca fue al revés?' y todo mi cerebro colapsó en un mar de respuestas posibles. Todavía se me atraganta absolutamente todo cuando tengo que hablar con alguien nuevo que me pregunta si alguna vez me rompieron el corazón, me quedo muda.
Le dije 'Si.' por toda respuesta y cuando quiso saber más al respecto le dije que todavía no hablamos de esas cosas, que en algún momento va a empezar a atar todas las cosas de las cuales no hablo y van a empezar a tener más sentido.
Pensé que apenas saliéramos de mi casa se iba a ir para el otro lado, pero caminamos como tres cuadras juntos, discutiendo ambos con el pelo mojado.
- Vos podés asumir que voy a seguir todas tus reglas y condiciones, vos podés asumir que me voy a divertir con vos y la voy a pasar bien, lo podés asumir porque es así, pero no podés asumir que nada de esto me va a hacer bien, no estoy bien, y no voy a estar bien mágicamente... Eso sí no lo podés controlar.
- Pero vos lo planteas siempre como que a todas las reglas las pongo yo y...
- ES QUE ES ASÍ! No digo que no haya accedido a eso, porque yo te dije que sí de entrada a pesar de eso, pero es así.
- Pero entonces ya te dije... si esto no te hace bien es mejor terminarlo, yo no quiero que no estés bien...
- El tema es que yo nunca renuncio a nada si siento que todavía tiene algo para darme, ni a una situación, ni a una escuela, ni a una persona, no termino algo hasta sentir que ya lo exprimí al límite y que lo que me queda no me va a hacer ningún tipo de bien.
- ...yo soy alguien normal... osea, soy diferente en un par de cosas, pero no demasiado especial... soy normal.
Y yo pensando "¿QUÉ QUERÉS QUE TE DIGA, IMBÉCIL? ¿Que enumere las muchísimas razones por las cuales no, no sos normal para mí?"
Debía estar en Paulin.enojada, negando con la cabeza, mirando el piso y odiándolo.
Llegamos a una esquina y él se paró, y empezó con su numerito bipolar de querer quedarse conmigo y que no lo vean conmigo a la vez.
Me preguntó para dónde iba, qué bondi me tomaba, pero le dije que me iba caminando, y me saludó, yo lo ignoré bastante.
Me fui sintiéndome mal, llegué a clásico sintiéndome mal, llegué a nuestra escuela sintiéndome peor que mal. El profe de teatro nos llamó a ensayar a las de mi cuadro, y cuando llevábamos como media hora de ensayo, le dijo a una chica que fuera a llamar a los del cuadro de él. Me alteró la sola idea de volver a verlo así...
...pero él entró con los chicos, sonrió y me guiñó un ojo, y yo, dentro de mi enorme sentimiento generalizado de estar terriblemente mal sonreí porque... porque Él.
(Como la mayoría de mis sentimientos hoy en día, que son 'Porque Él.'). [...]
Verde. Verde fuego. Su color preferido es el verde, a veces el mío también.
Creo que ya se va esa racha en la que todo era amarillo, comienza a terminar un principio. Se empieza a escapar con rapidez la sensación de estar en la luna, feliz de la vida, de no transitar ningún duelo, de poder pasar indemne directamente a la parte de estar bien y feliz con alguien nuevo. De no pensarte, de no extrañarte, de pasar días y días sin siquiera abrir tu muro.
Será la cercanía al momento de volver a cursar con vos, o lo inminente de esa fiesta en la que tenemos que estar todos... será haber releído ese pedacito de lo que era un día juntos.
Supongo que me había convencido bastante de que odiarte era algo obvio. Estás en papel de imbécil, todo el mundo te cree, a veces me muero de alivio al notar que vos también te desesperás por fingir que ya pasamos y no dejamos huella. Pero a veces odio lograr sentir que ya pasamos y no dejamos huella.
Y con él... bueno. Por momentos es tan divertido y saludable, hacemos miles de planes, la pasamos bien, me contiene y me cuida, me fuerzo a buscarlo cuando más tengo ganas de correr y escaparme, y de esa forma logro abrirme y ayudar a construir una relación madura y sana. Por momentos me molesta todo lo que dice y hace, sólo porque cuando me toca no me tiembla todo el cuerpo.
Y sin importar cuán inmensamente mejor que vos sea en la teoría, no me alcanza en la práctica... cuando él lo percibe no paramos de discutir ni un segundo.
Tal vez soy mentalmente incapaz de ser feliz: de resignar las pasiones que me duelen cuando aún estoy a tiempo de salvar lo cotidiano que me cura.
Tal vez soy una idiota emocional, o depresiva... se siente como si a todo el mundo le hubieran contado algún secreto que se olvidaron de pasarme a mí.
Así que todos tienen problemas e indecisiones, pero encuentran la forma de ser un poquito más mediocres, de aspirar a un poco menos, y así ser mucho más felices... después sólo quedamos los drogadictos perdidos, los enfermos mentales sin vuelta, los seres brillantes que ya evolucionaron... y un puñado de personitas como yo: que no tienen idea de cómo ver menos, o tomar más distancia de lo que llegan a ver.
La mayor, graaaan enorme mayor parte de mí, quiere bajar un escalón y parecerse más al grueso de la gente, meterse en el corral, amar a su casi.novio porque intenta quererla como es, la ve y escucha 'Fix you', siempre tiene ganas de ella...
...Pero una partecita de mí, sostiene muy firme y decididamente, enanita y con una soberbia que sólo puede salir de mí, que te va a esperar para siempre... que lo que siento por vos va a seguir siendo real cuando se hayan secado todos los océanos. Una partecita de mí todavía se levanta cada uno de mis días rogando que vos te hayas levantado dispuesto a venir a buscarme.
¿Qué voy a hacer con vos, R.? Gente que simplemente te pega distinto...
Alguien tuvo la pésima idea de releer historiales viejos, conversaciones narrando hechos que la mente ya se había esforzado por bloquear y diluir. Terminó reviviendo una imagen de él que brilla como el cobre cuando arde.
[...] Llegó más tarde, y estábamos medio desesperados físicamente por el otro (como siempre que llevamos algún tiempo sin vernos solos).
Llegamos a uno de esos estados en los que te abstraes tanto que terminas haciendo cosas que antes no hubieras dicho que eran físicamente posibles.
Después nos quedamos tirados un rato largo, le pregunté:
- A qué hora te ibas?
- A las 4.45
- Y qué hora es?
- Las 4.15
- ...osea que te vas en media hora?
- ...son las 4 y cinco.
Me reí. Empezó a decirme que soy una mina re especial, copada e inteligente y yo me contuve como tantas otras veces de gritarle '¿Y POR QUÉ CARAJO NO DEJÁS A TU NOVIA POR MÍ?', en lugar de eso le pregunté: '¿Y entonces qué? ¿Vas a hacer como tu amigo y me vas a decir que a pesar de eso sólo te interesa acostarte conmigo?', y él -como siempre- encontró la respuesta más dolorosa y confusa posible, dijo: 'No, es obvio que no me interesas sólo para eso' ...cosa que sólo renovó mis ganas de gritarle lo anterior.
De lo que no me contuve fue de retomar una discusión previa y recalcarle que al fin y al cabo, ni dejar de hacer sólo eso conmigo puede, porque ey, la pasamos taaan bien... se rió, y tumbado al lado mío, cansado y sonriente admitió su pequeña derrota.
Comimos chocolate, ñoñeamos. Se sentó al borde de la cama y cuando lo abracé me preguntó si tenía algún arañazo en la espalda, le dije:
- No, ¿por? ¿Querés que te haga un par?
- Bueno, dale! ...no te lo digo dos veces, ¿no?
- ...no.
(Recientemente él descubrió lo divertido que es morderme sabiendo que yo no me puedo vengar... no la paso del todo mal con eso).
Nos fuimos a bañar y le avisé de antemano que no había agua caliente, eso nos dio excusa para quedarnos muy cerca... obviamente la ternura evolucionó en fuego en muy poco tiempo.
Después me miró mientras yo me secaba, diciéndome cosas lindas como venía haciendo...
...la verdad no me acuerdo bien de cómo empezó la discusión, porque cuando estoy sola con él suelo tener un orgasmo atravesado en el cerebro, y cuando él dice algo que me jode yo soy bastante evasiva... en realidad cuando discutimos ninguno de los dos es muy directo, dejamos todas las frases a medias, implicando cosas que no nos animamos a decir.
Me acuerdo... él dijo algún comentario no muy agradable, algo sobre la situación, y yo no le respondí. Entonces me abrazó y me preguntó 'Vos te divertís conmigo?' y yo lo miré y asentí, pero debía tener cara de cordero degollado, porque me dijo 'Entonces cuál es el problema?' y yo lo miré sin paciencia, le dije 'Cuál es el problema, R.?' y un poco le cambió la cara, típico cambio de expresión que indica que se terminaron los juegos y ahora estamos discutiendo, me dijo '...hay uno muy grande..', yo asentí con desgano.
Nos fuimos del baño a mi habitación, nos empezamos a cambiar pero se sentó en la cama y dijo:
- Me tengo que ir...
- Siempre te tenés que ir.
- Siempre me voy a tener que ir.
- ...pero por qué?
Yo, sincericida. Él me empezó su discursito prefabricado:
- Cuando empezamos esto (porque posta, lo empezamos los dos) se dieron por sentadas muchas cosas a mantener para que esto funcionara...
- No, ¿ves? Ese es el problema. Vos das por sentadas ciertas cosas, pero yo doy por sentadas otras sobre lo mismo, y nunca las hablamos... es lo mismo que te dije siempre: A vos no te gustan mis preguntas, a mí no me gustan tus respuestas, y concluimos en que es mejor no hablar.
- Si... tenés razón.
Yo estaba por llegar tarde a danza, se nos va el tiempo siempre...
- Me voy 5 minutos antes que vos...
- No, te vas ahora al mismo tiempo porque estoy llegando tarde.
Antes de salir, él me preguntó si yo estaba bien así, porque si no estaba bien era mejor terminarlo, y yo le dije que estoy acostumbrada a tener el control, a que la secuencia lógica es: me interesa un flaco --> salgo con el flaco --> el flaco se enamora perdidamente --> yo me aburro y lo dejo. Entonces él me preguntó '¿Y nunca fue al revés?' y todo mi cerebro colapsó en un mar de respuestas posibles. Todavía se me atraganta absolutamente todo cuando tengo que hablar con alguien nuevo que me pregunta si alguna vez me rompieron el corazón, me quedo muda.
Le dije 'Si.' por toda respuesta y cuando quiso saber más al respecto le dije que todavía no hablamos de esas cosas, que en algún momento va a empezar a atar todas las cosas de las cuales no hablo y van a empezar a tener más sentido.
Pensé que apenas saliéramos de mi casa se iba a ir para el otro lado, pero caminamos como tres cuadras juntos, discutiendo ambos con el pelo mojado.
- Vos podés asumir que voy a seguir todas tus reglas y condiciones, vos podés asumir que me voy a divertir con vos y la voy a pasar bien, lo podés asumir porque es así, pero no podés asumir que nada de esto me va a hacer bien, no estoy bien, y no voy a estar bien mágicamente... Eso sí no lo podés controlar.
- Pero vos lo planteas siempre como que a todas las reglas las pongo yo y...
- ES QUE ES ASÍ! No digo que no haya accedido a eso, porque yo te dije que sí de entrada a pesar de eso, pero es así.
- Pero entonces ya te dije... si esto no te hace bien es mejor terminarlo, yo no quiero que no estés bien...
- El tema es que yo nunca renuncio a nada si siento que todavía tiene algo para darme, ni a una situación, ni a una escuela, ni a una persona, no termino algo hasta sentir que ya lo exprimí al límite y que lo que me queda no me va a hacer ningún tipo de bien.
- ...yo soy alguien normal... osea, soy diferente en un par de cosas, pero no demasiado especial... soy normal.
Y yo pensando "¿QUÉ QUERÉS QUE TE DIGA, IMBÉCIL? ¿Que enumere las muchísimas razones por las cuales no, no sos normal para mí?"
Debía estar en Paulin.enojada, negando con la cabeza, mirando el piso y odiándolo.
Llegamos a una esquina y él se paró, y empezó con su numerito bipolar de querer quedarse conmigo y que no lo vean conmigo a la vez.
Me preguntó para dónde iba, qué bondi me tomaba, pero le dije que me iba caminando, y me saludó, yo lo ignoré bastante.
Me fui sintiéndome mal, llegué a clásico sintiéndome mal, llegué a nuestra escuela sintiéndome peor que mal. El profe de teatro nos llamó a ensayar a las de mi cuadro, y cuando llevábamos como media hora de ensayo, le dijo a una chica que fuera a llamar a los del cuadro de él. Me alteró la sola idea de volver a verlo así...
...pero él entró con los chicos, sonrió y me guiñó un ojo, y yo, dentro de mi enorme sentimiento generalizado de estar terriblemente mal sonreí porque... porque Él.
(Como la mayoría de mis sentimientos hoy en día, que son 'Porque Él.'). [...]
Verde. Verde fuego. Su color preferido es el verde, a veces el mío también.
Creo que ya se va esa racha en la que todo era amarillo, comienza a terminar un principio. Se empieza a escapar con rapidez la sensación de estar en la luna, feliz de la vida, de no transitar ningún duelo, de poder pasar indemne directamente a la parte de estar bien y feliz con alguien nuevo. De no pensarte, de no extrañarte, de pasar días y días sin siquiera abrir tu muro.
Será la cercanía al momento de volver a cursar con vos, o lo inminente de esa fiesta en la que tenemos que estar todos... será haber releído ese pedacito de lo que era un día juntos.
Supongo que me había convencido bastante de que odiarte era algo obvio. Estás en papel de imbécil, todo el mundo te cree, a veces me muero de alivio al notar que vos también te desesperás por fingir que ya pasamos y no dejamos huella. Pero a veces odio lograr sentir que ya pasamos y no dejamos huella.
Y con él... bueno. Por momentos es tan divertido y saludable, hacemos miles de planes, la pasamos bien, me contiene y me cuida, me fuerzo a buscarlo cuando más tengo ganas de correr y escaparme, y de esa forma logro abrirme y ayudar a construir una relación madura y sana. Por momentos me molesta todo lo que dice y hace, sólo porque cuando me toca no me tiembla todo el cuerpo.
Y sin importar cuán inmensamente mejor que vos sea en la teoría, no me alcanza en la práctica... cuando él lo percibe no paramos de discutir ni un segundo.
Tal vez soy mentalmente incapaz de ser feliz: de resignar las pasiones que me duelen cuando aún estoy a tiempo de salvar lo cotidiano que me cura.
Tal vez soy una idiota emocional, o depresiva... se siente como si a todo el mundo le hubieran contado algún secreto que se olvidaron de pasarme a mí.
Así que todos tienen problemas e indecisiones, pero encuentran la forma de ser un poquito más mediocres, de aspirar a un poco menos, y así ser mucho más felices... después sólo quedamos los drogadictos perdidos, los enfermos mentales sin vuelta, los seres brillantes que ya evolucionaron... y un puñado de personitas como yo: que no tienen idea de cómo ver menos, o tomar más distancia de lo que llegan a ver.
La mayor, graaaan enorme mayor parte de mí, quiere bajar un escalón y parecerse más al grueso de la gente, meterse en el corral, amar a su casi.novio porque intenta quererla como es, la ve y escucha 'Fix you', siempre tiene ganas de ella...
...Pero una partecita de mí, sostiene muy firme y decididamente, enanita y con una soberbia que sólo puede salir de mí, que te va a esperar para siempre... que lo que siento por vos va a seguir siendo real cuando se hayan secado todos los océanos. Una partecita de mí todavía se levanta cada uno de mis días rogando que vos te hayas levantado dispuesto a venir a buscarme.
¿Qué voy a hacer con vos, R.? Gente que simplemente te pega distinto...
Suscribirse a:
Entradas (Atom)