lunes, 24 de febrero de 2014

That green eyes, you're the one that I wanted to find... ♪ (I'm denying you)

En realidad no tiene ganas de escribir nada, de hablar con nadie. ¿Cuánto de lo que pasó en estas semanas vale la pena contar? Un chico la hace inmensamente feliz, a veces la hace llorar... después la abraza. 
Pero esas veces son las menos, y porque él también está triste.
Algo cambió igual, la última vez que ella lloró era por él en serio, no por el otro. Ahora están mejor. 
El otro miente, se miente solo, a los demás, a ellas dos... pero ella lee la verdad en sus ojos con tanta facilidad... tal vez le pareció, pero cree que hoy sus ojos tal vez brillaban de un color bastante normal: de un verde apagado. Caminó la vuelta a casa sola y con un llanto atravesado en la garganta. La ida había sido con una sonrisa involuntaria y la compañía constante de unos pasos que van siempre a su par. 
Esta vez podría ir en serio, se siente así: como algo aterrador por lo bueno, por lo sano... pero no tan claustrofóbico porque esta vez lo elije en serio, le gusta en serio, la hace reír, la hace besar hasta perderse en el tiempo. 
Pero es cierto, si lo piensa, acaban de pasar juntos la primera clase del año en el salón donde se vieron por primera vez, y ella no recuerda ningún perfume explotando en sus sentidos e impidiéndole pensar. Su chico tiene un perfume terriblemente efectivo... su chico tiene tanto de lo que se puede pedir... aunque a simple vista tengan poco en común... aunque alguna vez lo haya odiado. 
Se siente mucho mas feliz de lo que solía ser... de lo que fue durante mucho tiempo. Empieza a sentir cómo las cosas se acomodan y cada faceta de su vida se enfrenta a un camino definido por recorrer. Sabe que gran parte de ese progreso se debe a la estabilidad que le aporta esa relación nueva. Sabe que está mejor, y va a estar mejor, sabe que no puede extrañar el dolor en el que se hundía a diario a cambio de unos cuantos ratitos de fugaz perfección. Sabe. Sabe todo, excepto qué hacer cuando ve a su Partenaire improvisado bailar cerca de ella e insalvablemente lejos a la vez. Sabe que no puede atarse a nada de lo que eso implica... a la energía que los une, a la histeria, a saber lo que él piensa, a lo que podrían haber llegado a ser. Sabe que tiene que dejarlo ir ahora. 
Lo está haciendo, de hecho, dejarlo ir. Por mucho que vaya contra su naturaleza idiota de musical, está tomando una decisión más acorde al mundo real, apostando a una relación real.
Capaz eso es madurar, perderse un poco para encontrar algo nuevo, invo-evolucionar, todas las dudas existenciales del mundo, ya sabés. Capaz no es tan malo después de todo. 

miércoles, 12 de febrero de 2014

Podrían no haber sido artistas...

Podrían haberse conocido cuando eran chicos, crecieron viviendo a un barrio de distancia, pero fueron a primarias diferentes. Podrían haberse conocido cuando ella tenía 11 y él 13, pero él rindió para ingresar a la escuela de ella y no entró. Podrían haberse conocido cuando ella tenía 12 y él 14, pero ella entró a la escuela de él y no fue. Podrían haberse conocido cuando ella tenía 16, o 17, y él 18, o 19, pero estudiaron durante dos años cursando todos los días en el mismo edificio, almorzando en los mismos lugares, evaluados por los mismos profesores, sin verse nunca. Podrían haberse conocido cuando ella tenía 18 y él 20, pero ella pasó por todas las escuelas de teatro musical de la ciudad, excepto por la de él. Por tres años consecutivos convergieron en los mismos festejos sin cruzarse. En cierta ocasión se fueron de vacaciones al mismo lugar sin siquiera sospecharlo. Leyeron los mismos libros, observaron a la misma gente, llegaron a las mismas conclusiones sobre muchas cosas. Cuando por fin coincidieron en la misma escuela al mismo tiempo, él se anotó a la noche y ella a la mañana. Él no faltaba nunca excepto cuando ella recuperaba clases en su curso. Si lo veía por la calle, él siempre llevaba una cuadra de distancia y caminaba con rapidez. Tal vez el Universo se esforzó por mantenerlos caminando sobre líneas paralelas durante el mayor tiempo posible, pero aún así ella cumplió 19, y él 21, y contra todo pronóstico, ley matemática o predisposición universal, se encontraron. 
La primera vez que él se sintió tentado a hablarle, ella necesitaba a alguien nuevo, pero él no se animó. 
La primera vez que ella se sintió tentada a hablarle, él estaba milagrosamente soltero, pero ella no se animó. La primera vez que se hablaron ya no era el momento justo para ninguno de los dos.  

A veces el amor se presenta de forma fácil y explícita: 

Un chico y una chica viven sus vidas transitando sobre líneas cualesquiera que en algún punto se cruzan, un chico se siente atraído por una chica en una fiesta y le habla, una chica sale al parque y se encuentra a un chico, un chico y una chica salen a tomar algo una noche, un par de chicos solteros se besan en una esquina. 

Y otras, la mala voluntad de un Destino caprichoso hace que la historia de dos personas que bajo otras circunstancias podrían haber sido perfectamente felices juntas, resulte en un mar confuso y complicado, lleno de desencuentros y oportunidades perdidas, provocando así que el tiempo de coincidencia entre dos líneas paralelas sea tan breve en el recuento, que uno termine preguntándose si alguna vez en verdad pasó, o si valió de algo la pena:

Una chica reconoce a un chico en una multitud de gente, tal vez lo recuerda de otra vida o de algún sueño. Un chico ve a una chica llegar a una fiesta y su mirada se aísla por completo del mundo para analizarla a ella. Una chica observa a un chico durante toda una clase pero él no la ve. Un chico inventa excusas para cruzarse una y otra vez a una chica que espera en un pasillo. Una chica enseña ballet a un chico y él señala 'Qué bien nos vemos juntos en el espejo!'. Una chica escucha que un chico está en el piso de arriba y sube una escalera sin pensar. Un chico acepta ayuda de una chica. Una chica no acepta disculpas de un chico. Un chico le habla a una chica en una calle con casitas de colores. Una chica mira más a un chico que al paisaje. Un chico toma el brazo de una chica. Una chica paga el almuerzo de un chico. Un chico y una chica se sientan juntos en un colectivo. Un chico defiende ideas que fascinan a una chica. Una chica se para frente al escenario más imponente de su mundo y no puede evitar mirar de reojo a un chico. Un chico se fascina con la pintura de un techo antiguo y no puede evitar tomarle la mano a una chica. Una chica deja que un chico elija un bar. Un chico tapa con su abrigo a una chica en un teatro a oscuras. Una chica se detiene a mirar a un chico al final de un viaje. Un chico tarda un segundo de más de lo necesario en despedirse de una chica. Un chico y una chica prometen juntarse a ensayar en el futuro. Una chica contacta a un chico. Un chico invita a una chica a su cumpleaños. Una chica va al cumpleaños de un chico sin conocer a casi nadie. Un chico cocina comida vegetariana por una chica. Una chica ve a un chico caminando de la mano con otra chica. Un chico espera a que se vaya otra para sentarse frente a una chica y hablarle sólo a ella. Una chica se sienta demasiado cerca de un chico. Un chico acompaña al baño a una chica. Una chica le regala tres vicios a un chico. Un chico se va de su propia fiesta para acompañar a una chica a su casa bajo la lluvia. Una chica está ebria y mira a un chico. Un chico besa a una chica. Una chica le pide a un chico que la lleve con él. Un chico no puede escaparse con una chica, ni dejar de besarla. Un chico y una chica bailan un vals sin música. Una chica odia a los pájaros que cantan la partida de un chico. Un chico despide a una chica en un umbral. Una chica se acuesta a dormir convencida de haber soñado con un chico. Un chico le habla a una chica en la mañana sobre algo que sí pasó. Una chica piensa en un chico. Un chico recuerda que no debe estar con una chica porque ya está con otra. Una chica intenta sin éxito descifrar a un chico. Un chico intenta sin éxito dejar de buscar a una chica. Una chica acusa a un chico de bipolaridad. Un chico acusa a una chica de pensar demasiado. Una chica se viste bien para muchas fiestas a las que va un chico. Un chico le compra tragos a una chica en muchas fiestas. Un chico y una chica discuten demasiadas veces. Una chica busca a un chico. Un chico ignora a una chica. Una chica ignora a un chico. Un chico busca a una chica. Un chico y una chica se cansan de discutir a cerca de buscarse o ignorarse mutuamente. Un chico besa a una chica. Una  chica siempre espera a un chico. Un chico desviste a una chica. Una chica tiembla por un chico. Un chico duda por otra chica. Una chica ya no quiere a otro chico. Un chico y una chica se convierten en el secreto peor guardado de una escuela. Un chico busca a una chica sólo cuando se aburre de todo lo demás. Una chica sufre y llora por un chico al que ya no se anima a buscar. Un chico y una chica pasan una sola noche eterna y unas cuantas tardes efímeras. Una chica se duerme abrazando a un chico. Un chico se despierta abrazando a una chica. Una chica empieza a extrañar a un chico un momento antes de que él se vaya. Un chico se olvida de seguir buscando a una chica. Una chica se acostumbra a vivir a los pies de un chico. Un chico a veces recuerda cuánto le fascina una chica. Una chica a veces se cansa de fascinarse por un chico. Un chico y una chica discuten demasiado. Una chica invita a un chico a su cumpleaños. Un chico va al cumpleaños de una chica conociendo a casi todos. Una chica se va de su propia fiesta para irse a su casa acompañada por un chico. Un chico admira a una chica. Una chica le dice a un chico que está enamorada de él. Un chico le dice a una chica que no siente lo mismo que ella. Una chica llora de espaldas a un chico. Un chico abraza a una chica. Un chico y una chica discuten demasiado. Una chica siente cómo de a poco las cosas dejan de ser como eran antes con un chico. Un chico se encarga de probarle a una chica que ya nada es como solía ser entre ellos. Una chica de a poco empieza a intentar ser feliz con otro chico. Un chico de a ratos empieza a celar a una chica. Una chica admite estar cansada de rogarle a un chico. Un chico empieza a rogarle a una chica aunque jamás lo pueda admitir. Una chica llora por las cosas que un chico no admite. Un chico contiene a una chica que llora. Una chica se duerme al lado de un chico. Un chico se despierta al lado de una chica. Una chica mira hacia su ventana como esperando ver a un chico. Un chico mira hacia la ventana de una chica como esperando verla. Un chico y una chica ven con impotencia cómo su secreto sale a la luz. Una chica se pregunta si un chico está bien. Un chico se resguarda en ignorar a una chica. Una chica no se deja insultar por un chico. Un chico habla con desprecio a sus amigos de una chica en algún bar. Una chica se muere por dentro extrañando a un chico que una vez creyó reconocer en una multitud de gente. Un chico finge que todas las chicas que llegan a fiestas hacen que su mirada se aísle del mundo como le pasó una vez al analizar a una chica. Un chico y una chica presos del enojo pasan semanas sin verse y sin hablarse. Una chica ve aparecer a un chico cuando menos se lo espera. Un chico saluda a una chica para el público como si nada malo hubiera pasado nunca. Una chica finge estar entera ante los ojos de un chico. Un chico se trasluce roto ante los ojos de una chica. Una chica escribe algo de su historia con un chico. Un chico no se gasta en leer lo que escribe una chica. 

A veces el amor se presenta en forma simple y ordenada, y la relación entre dos personas crece de forma sana y común, sin demasiados contratiempos, en línea recta hacia alguna forma esperable de equilibrio emocional. Esta forma de encuentro entre dos personas es positiva y constructiva, es la clase de experiencia a partir de la cuál se forman parejas estables amparadas en el compañerismo que eventualmente se consolidan en matrimonios exitosos, da lugar a hijos, fotos enmarcadas, e historias de vida aburridas. 

Y a veces la atracción entre dos personas rompe con toda lógica o moral, y crece como el fuego, desordenada y violenta, quemándolo todo a su paso y dejando cenizas incandescentes en cada rincón. Esta forma de encuentro es casi un choque, y por cada instante de pasión insuperable genera siglos residuales de destrucción emocional. Es la clase de experiencia que una persona recorre atravesada por el dolor y la incertidumbre, y a partir de la cuál en la mente de alguien se forman mecanismos de supervivencia, que dan lugar a toda clase de emisiones catárticas como ser dibujos reveladores, canciones desgarradoramente interpretadas, adagios bailados con súplica, escritos hechos de sinceridad... esta forma de atracción en fin, provoca Arte. 


martes, 11 de febrero de 2014

Love Sucks.

No escribo cuando estoy feliz. Ningún artista lo hace. No bien, al menos. Soy de la Escuela de los Hombres Sensibles... Pero me fuerzo, porque sé que la felicidad es limitada y que necesito descargar el resto, la partecita que oscurece mi mente en los pequeños momentos de soledad. Supertramp me hace de soporte, me mantiene cuerda, me da valor y calma... pero a cierto nivel sé que estoy postergando un duelo devastador que en algún momento va a llegar con toda. Hace un tiempo no sé nada de mi Partenaire... nada suyo al menos, nada del que conozco yo... todo lo que me llega suena irreal.
Siempre pensé que era tu verdad, ¿sabés? Que era el secreto que escondías de todos, y sólo por eso podías ser conmigo lo que con nadie más... Pero ahora no sé quién sos. No tengo idea. No sé quién fuiste cuando eras mío. (Nunca fuiste mío, ya lo sé, es un decir... no me tortures así. No dejes tu voz en mi cabeza, diciendo lo poco que siempre te importé...). 
Él encarándose minas, él con otras dos, él con la novia que volvió de otro lado, no de donde él te dijo que estaba... él hablando de vos con sus amigos en un bar. Él siendo lo que nunca jamás esperaste de alguien con esa sonrisa. Él haciéndote llorar sólo con cruzarse por tu pensamiento por más de 15 segundos. Él. 
Y Supertramp está ahí en casi todos mis días, siendo simple, siendo bueno, siendo sano.
Excesivo, eso sí. Absorbente. Pero es culpa de los dos, no suya. Él propone, yo lo dejo. 
Me pregunto cuán rota estoy, supongo que menos que otras veces. No me estoy dejando caer tanto, pero para evitar romperme más, estoy quieta. Odio sentirme estática. Hoy de a poco al levantarme empecé a afrontar decisiones inevitables. Sé exactamente cuándo me voy a romper: Cuando te vea. Una foto en lo más alto de mi Inicio hoy me dio una descarga apenas me conecté. Una foto, já. Pero la foto no huele a tu perfume, la foto no refleja ni la mitad de vos, tus ojos en la foto... no hablemos de tus ojos. 
Escribo para dejar registrado que sé que no estoy perfectamente bien. Que no me estoy mintiendo tanto. Que soy más feliz con él de lo que nunca jamás pude ser con vos... pero eso no quita todo lo que alguna vez soñé. Que soy más feliz que antes, que me estoy sintiendo mejor... pero sigo lejos de sentirme curada por completo, feliz de verdad, realizada. Que creo que va a durar, que hasta tengo ganas por ahora de serle fiel... pero que no estoy enamorada. Escribo como siempre para poder releerlo después y saber que así me sentía, y no como lo pinte el recuerdo. Los recuerdos pensados siempre son exageradamente dulces. 
No sé por qué tuve que entender hace tan poco que sólo creo en el amor a primera vista (a primera impresión fuerte, a primer flash irrefutable). Todo era menos absoluto antes de llegar a esa conclusión, pero es cierto, y es terrible. Me acuerdo de que abriste la boca en un bar en Buenos Aires, para hablar sobre política, y yo supe que quería ser tuya. Antes de eso sí, desde el primer instante, siempre quise usarte y jugar un rato con vos antes de pasar de largo y seguir mi vida. Nunca pensé que fuera a terminar el año pasado sin haberte besado. Lo supe al mirarte por primera vez, que llevabas dentro tuyo parte de mi historia. Pero entré a ese bar queriendo alguna de tus noches, y salí de ahí queriendo todos tus días. Todos tus días. 
Llevo todos mis días viendo a Supertramp últimamente, su presencia es algo tan positivo en mi mente y en mi espíritu que no veo razones lógicas o ilógicas para terminarlo de acá a un buen tiempo... para dosificarlo tal vez, pero de todos modos sigo estando de vacaciones a medias, sigo cumpliendo con todas mis actividades regulares. Sigo leyendo y cocinando. Sigo viendo películas extrañas. Sigo viendo a mis amigos. Sigo jugando con mis perros. Podría ser peor. Podría estar enferma y reventada por todas las derrotas que me regalaste. Podría estar perdiendo las ganas de todo. Pero no... estoy bien. Intento estar bien, él me ayuda a estar bien. 
Ya no pienso tanto en vos, excepto cuando sueño, excepto cuando escribo. Ya no te extraño con tanta desesperación, ya no me clavo las uñas en la palma de la mano esperando que aparezcas o explotar. Ya el calor no es tan grave como para no bailar. Podría ser peor. 
Sigo estando enamorada de lo que sea que haya sido ese chico que alguna vez conocí y se parecía tanto físicamente a vos. Sigo estando enamorada de uno, sigo sin enamorarme del otro, pero ey, podría ser peor
Y no, no llamo ni tiento a la mala suerte -siempre tan dispuesta a buscarme-, pero a veces yo también me hago fuerte a base de pequeñas victorias. 



"Actually, there is a word for that. It’s love. I’m in love with her, okay? If you’re looking for the word that means caring about someone beyond all rationality and wanting them to have everything they want no matter how much it destroys you, it’s love. And when you love someone you just, you…you don’t stop, ever. Even when people roll their eyes, and call you crazy. Even then. Especially then. You just– you don’t give up. Because if I could just give up…if I could just, you know, take the whole world’s advice and– and move on and find someone else, that wouldn’t be love. That would be… that would be some other disposable thing that is not worth fighting for. But I– that is not what this is." ♥

domingo, 2 de febrero de 2014

Whether I'm in your arms, or I'm at your feet... ♪

- Decime por favor que es mentira.
- ¿Qué?
- Decime por favor que no les dijo que estaba con muchas minas.
- Sí, me lo dijo.
- Es mentira.
- No es mentira, me mostró mensajes...
- Es mentira. No puede ser, él no es así. No es así. Ni siquiera tiene tiempo para eso. 
- Está bien, como quieras... 
- ¿Qué mensajes?
- No sé, nada explícito, no lo quiero mandar al frente. ¿Por qué te afecta tanto?
- Porque si eso es verdad todo lo demás fue mentira. 
- No sé qué esperabas... era un loco que amaba a la novia...
- No tenés idea. No sabés nada. Si no sabés, por favor no emitas opiniones.
- Ya sé... por eso te digo que me cuentes tu versión.
- No, ¿de qué me sirve? Ya estás predispuesto a creerle.

Silencio.

- ¿Podés por favor cambiar el humor? 
- No.

Con cada hora que pasa me siento más ida y más lejos. No quiero hacer nada. Con él, con nadie. Quiero tumbarme en la cama a morirme de música. Quiero seguir volcando cada parte del dolor en crear algo hermoso. Quiero a mis perros, a la cucaracha gigante con la que aprendí a compartir habitación (creo que le voy a poner Hal), cualquier cosa menos hablar con humanos. Quiero llegar viva al Lunes para volver a bailar. 
Me convence de meternos en la ducha, con una luz muy tenue, y por un rato me besa e intento seguirle el juego. Pero basta un segundo de correrle la cara para escuchar mi propia respiración salirse de control, y sé exactamente cómo suena: Es el sonido de un ataque de pánico empezando. Si me moja agua caliente ya no hay nada que lo frene. Me escucho hiperventilar, y él me sienta en el piso de la bañera, se sienta conmigo y me abraza. Me escucha llorar sin control. 
Intento explicarle con la poca voz que tengo lo que se sintió pasar una semana en el infierno, dos años atrás, y el vacío enorme que vino después. La incapacidad de sentir bien o mal. La soledad sin remedio. La falta completa de esperanza.

- ...y entonces vino él.
- Y entonces vino él... ya no puedo confiar en nadie. En nada.
- Y... está jodido.
- Yo pensaba que él era mucho mejor persona que yo... me hacía querer ser mejor, no por él, por mí. Me hacía crecer, aprendía de él todos los días. 
- Creo que entiendo lo que decís. 
- Y lo peor es que tenés razón, y él tiene razón: Todavía no me resigno.
- Resignarse es lo más difícil.
- No... a él. Quiero decir que una parte de mí todavía no se resigna a él.
- Ah... Ya va a venir alguien, vas a encontrar a alguien.
- En este momento no creo que haya otro alguien. Si fuera por mí, si pudiera decidirlo, me enamoraría de vos ahora mismo. No entiendo por qué seguís acá conmigo. No deberías seguir acá.
- Ey, dejá de sentirte así: No sos un bicho raro. A todos nos pasa. Querer a alguien es la emoción más fuerte que puede vivir una persona. Simplemente tenés que intentar no pensar tanto en eso, centrarte en otras cosas.

Pasamos mucho tiempo sentados bajo el agua hasta que por fin siento más débil el llanto y logro hacer algo por contenerlo. Con su ayuda logro pararme y lavarme el pelo, salir del baño, volver a la cama.

- ¿Estás bien?
- No. Pero va a tomar un buen rato. 

Intentamos reír. Pero no vuelvo a sentirme bien. No vuelvo a intentar seguirle nada. Sigo sin saber por qué se queda, pero me alegro de que lo haga. 

Me pica todo el tiempo la cabeza, y sé que no es nada más que el desquicie manifestándose.
Las náuseas me atacan sin previo aviso cuando quieren. A veces me duele el cerebro.
Mi espalda nunca deja de regular el malestar general.

¿Qué fue de mi chico encantador de ojos verdes como ventanas abiertas a un mundo mejor?
¿Quién era el caballero que me prestaba su abrigo en un teatro?
¿Quién cocinaba para mí y me buscaba hasta encontrarme? 
¿Hay alguna Pequeña Eternidad a la que vayan a parar todos los Principios, y se queden en burbujas irrompibles? 

No sé cómo hacer para no buscarte, para no preguntarte nada, para volver a verte. 
No sé cómo hacer para superarte sin que pasen dos años más de desconcierto. 

¿Qué voy a hacer con vos, R.?

Y nunca jamás respondía. Nunca jamás encontré la respuesta.



He would never talk, but he was not shy. She was a street-smart girl, but she could not lie. They were perfect for each other: Say it now, 'cause in your heart it's loud! Oh, no... my feelings are more important than yours... ♪