sábado, 16 de marzo de 2013

Nuevos viejos cambios...

Todavía te extraño, a cada momento del día, algo siempre me recuerda a vos. Hay cosas que no se olvidan, yo no te quiero olvidar, ya no vivís conmigo pero sigo viviendo en parte por vos, nada cambia eso... mi perro huargo, parte de mí. Aún así tu nuevo hermano menor me alegra los días, me despierta de madrugada, me hace reír. No sirvo para vivir sin animales, mamá tampoco. Los humanos son tan pero tan insuficientes... Al menos mi humanito alma gemela me entiende mejor que nadie, todavía, me da relaciones abiertas porque sabe que así me dan ganas de serle fiel, de apasionarme... cual nene de 5 años al que le niegan una pelota, me quedé en los 15, ya lo sé, no lo puedo evitar, pero aprendí a regularlo.
Soy realmente feliz, aunque te extrañe y llore cada vez que te miro fijo en dos dimensiones, feliz también porque vos sos feliz lejos mío, cerca de él... Amamos como podemos, a quien podemos, si ustedes dos se aman yo no soy quién para separarlos, confío en que de acá a unos años podamos volver a estar juntos los tres... tres, ahora cuatro, y antes a él lo odiaba por ese otro... Se complica, cuando importan más que los humanos, ustedes también tienen drama.
Pero el drama me llena, tanto el escenario como el proceso previo, las clases, me enamoro de las clases... Entré a la parte de Clásico de la Escuela Provincial con el mejor promedio posible, por decirlo así, pero eso no me interesa tanto, ya no es mi prioridad. Me gusta la gente que conocí y quedó, me gustan los que volvieron, los que cambiaron de ámbito o de papel, algunos de los nuevos. Me gusta volver a ese río de noche, con las luces y el frío, con los barcos, por un motivo completamente diferente, más legal, menos peligroso, con un chico más alto, más sano, con menos voz. Me gusta el frío, dormir con ocho frasadas, me gusta mi vida tal y como está ahora. Me gusta saber que en algún pueblo lejano, Mr. Karma y Mr. H más que probablemente están llenos de alcohol en la misma fiesta, una fiesta a la que de un modo u otro me invitaron y yo pude ir, pero no fui. Me gusta poder no elegirlos, por una vez, no quedarme con el riesgo. 



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